En esta industria cimentada en el trabajo en equipo, es evidente que una idea se nutre de muchas personas, y que cada una desde su lugar la enriquece y la potencia. A veces, es difícil recordar toda su génesis y saber exactamente quién dijo qué o qué aportó cada cual para ese resultado final. Sin embargo, debemos hacer este esfuerzo y preocuparnos por reconocer los aportes de las personas en un proyecto, y darles el crédito.
Muchas veces, quien hace la presentación o la cabeza de un equipo se llevan los méritos, con lo cual el aporte de los demás se invisibiliza.
A continuación, propongo algunas formas sencillas para dar el crédito al equipo de trabajo y reconocer así su esfuerzo en el producto final.
1. Visibilizar al equipo al inicio de la presentación
En especial en licitaciones y con clientes nuevos que no conocen al equipo de trabajo, utilizamos la estrategia de poner una diapositiva con la foto de las personas que hicieron parte del proyecto.
De esta forma, hacemos evidente que se está presentando el resultado del trabajo de muchos. De paso, humanizamos la propuesta, pues los clientes pueden “ponerles cara” a quienes no están durante la presentación.
Dar el credito
2. Dar el crédito de una idea particular
En mi experiencia, hay frases e ideas puntuales que transforman por completo una presentación o una campaña. Se trata de la verbalización de un insight, un hallazgo o un copy que le dan vida a la propuesta con un punto de vista tan particular, que casi son la base sobre la que se construye todo lo demás. Para mí, esas frases merecen un crédito individual y cuando yo las presento, hago el reconocimiento a quien la dijo en ese mismo momento. Un simple “como dijo Andrea…”, por ejemplo, ayuda a darle voz a quien tiene un mérito especial en ese proyecto.
3. No adueñarse de las felicitaciones
Si el cliente felicita a la persona que está exponiendo la campaña, puede ser el momento ideal para reconocer que esa presentación fue un esfuerzo de todos y que esas felicitaciones son para todo el equipo. Es una forma muy humilde de reconocer que, aunque se es el vocero del proyecto, el trabajo allí realizado no es de un único autor.
4. Felicitar a todo el equipo
Cuando la presentación ha terminado y todo ha salido bien, es momento de dar las felicitaciones al equipo. Como dice el dicho, “los regaños se hacen en privado, pero las felicitaciones son públicas”. Aprovechar los grupos de WhatsApp o una llamada de cierre para dar gracias a todo el equipo por el trabajo realizado y reconocer el esfuerzo grupal es esencial para aumentar la cohesión en estos.
5. Las claquetas de los premios
Poner los créditos en una claqueta de premios es una tarea árida que consume mucho tiempo. Sin embargo, sirve para reconocer las distintas áreas de la compañía que tomaron parte en el desarrollo de la idea. En estos casos, más allá del equipo creativo que trabajó directamente la idea, no se pueden desconocer otras áreas que aportaron (cuentas, producción, planeación), sino también los clientes y directivos, que han guiado el trabajo y que han construido sobre él.
Dar el credito
Dar el crédito, aunque parece un detalle menor o sin importancia, es en realidad uno de los aspectos que más motiva a un equipo de trabajo. Esto les permite sentir que están en un espacio en el que son escuchados y que sus ideas son valoradas; esta es una forma de promover una colaboración segura, pues la gente siente que su participación es reconocida, sin tener que exigirla, y así en el futuro se sentirá más motivada a contribuir a las ideas de otros. Como dice Sachin H. Jain, del Harvard Business Review, “asegura la creencia de que se está en una empresa justa que reconoce de forma honesta las contribuciones de sus equipos, lo que hace que las personas den lo mejor de sí”.
De esta forma, en la próxima presentación que hagan, no se les olvide el poder que tienen las simples acciones de dar el crédito, motivar y fortalecer los equipos de trabajo.